Moyano, Yasky, las paritarias y las jubilaciones
Moyano cerró filas con Kirchner y Boudou en la posición de que no hay fondos para pagar el 82% móvil. Se trata de la entrega de una reivindicación obrera por excelencia. ¿Pero qué están haciendo los sindicatos para contribuir a que la Anses recaude lo que corresponde?
El convenio de Comercio, cuya tinta está fresca, supera la increíble barrera del 50% del salario en negro, que no contribuyen para las jubilaciones. A partir de julio vendrán cuotas homeopáticas de incorporación al básico. No ocurre lo mismo con la Obra Social, que percibe el aporte de todos los rubros; es más, por la firma del convenio fueron a sus arcas 50 pesos por titular, lo que multiplicado por el millón cien mil empleados de comercio son 55 palos. Para la Anses, nada.
Con el convenio camionero ocurre lo mismo. Habrá un 9% de aumento a los básicos, pero ese básico apenas supera los dos mil pesos; los viáticos, la comida, el pago por kilómetro y por día trabajado son de carácter no remunerativo, asestando otro golpe de la misma envergadura que comercio a la Anses.
A los 800 mil docentes no les va mejor. Con los “conformados” de Yasky para el “mínimo garantizado”, lo que está realmente garantizado es que ningún maestro supera los mil pesos de básico. Los docentes jujeños estuvieron más de un mes de huelga general, sólo para reivindicar la incorporación de los negros al básico, porque su jubilación está destruida. En UTA, como en ferroviarios, el último 20% es de ese tipo; los ‘negros’ anteriores que van al básico son por montos inadecuados al nivel actual de la inflación.
No nos equivocamos si estimamos que el 25 ó 30% del salario de los trabajadores en blanco, no reporta a la Anses. Lo cual es una cifra anual de unos 16 mil millones de pesos. Desde luego, si se incorporaran los aportes de los trabajadores en negro, el 36% según el Indec, a un promedio salarial de 2.000 pesos, ingresarían unos 34 mil millones más. O sea, 50 mil millones de pesos, lo que alcanza para establecer el 82% móvil sobre el último salario cobrado.
El socialista Giustiniani, autor de proyecto de 82% móvil sobre el mínimo, dijo que “tenemos una Anses rica y jubilados pobres”. Hubiera debido decir que tenemos una Anses pobre, que no recauda lo que corresponde, y que usa lo que tiene para subsidiar el pago de la deuda externa y enriquecer a los ricos.
Los políticos patronales, como la burocracia sindical, atacan el concepto de que la jubilación es un salario diferido neto, o sea después de pagar impuestos y aportes (82%). Siguiendo esta ruta, la jubilación no es considerada un derecho adquirido por una vida de trabajo, sino una prestación asistencial del Estado, cargado al presupuesto público. Para Cobos, “hay recursos para pagar como los abultados subsidios al transporte”, es decir promueve un tarifazo con la excusa de las jubilaciones que perfectamente pueden financiarse con los fondos genuinos de los aportes por salarios. En tanto, los fondos de la Anses son usados para los fideicomisos y para los bonos de deuda pública. El financiamiento de la asignación a la niñez históricamente también provino del aporte para el salario familiar, hoy una cuenta superavitaria de la Anses.Que se incorporen al básico de todos los importes en negro firmados en paritarias, sea por parte de las patronales como por parte del Estado-patrón.
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