La ruina de un régimen de nacionalismo burgués plantea un desafío enorme, porque agota objetivamente un obstáculo a la revolución socialista.
Pero todo depende de la claridad y disposición de las fuerzas en lucha.

domingo, 11 de julio de 2010

Elecciones en el SOIP

Pescado - Mar del Plata: la Agrupacíon Bordó camina

La campaña por la constitución de una lista antiburocrática -independiente de las patronales y del gobierno- para recuperar el Soip se encuentra en marcha.

Las aceptaciones de candidaturas obtenidas hasta este momento tienen especial significado ya que todavía no se han convocado a las elecciones.

Los compañeros tienen claro que hay que agruparse desde ahora porque la burocracia de los Salas-Verón, por un lado, y de Ledesma -dos camarillas de la actual burocracia-, esperarán a tener sus cuestiones limadas o sus listas separadas conformadas para convocar, de un día para el otro, las elecciones, sin dar tiempo para que se presente oposición.

En las reuniones en el local y en las visitas a fábrica, se ve con buenos ojos la caracterización de la Bordó de que la conquista del 20% sin cuotas ha sido gracias a la lucha y que es necesaria la reapertura de paritarias en agosto, como se planteó con el paro, porque la inflación arrasa con las conquistas.

Los trabajadores del Pescado se mantienen alertas no sólo para pedir reapertura de paritarias, sino porque hay ramas =como la de la conserva y la de empanado= que no han obtenido el 20%, ya que el Soip firmó a la baja, antes del conflicto de los fileteros (rama fresco).

Además, llueven las denuncias contra la conducción del Soip. En varias plantas no se paga el 20% a la hora de calcular el pago del excedente (lo que se filetea extra sobre el cupo por cajón). En otras, se mantiene a cientos de trabajadores como eventuales durante años, cuando el convenio lo admite por sólo seis meses.

La situación productiva en cada fábrica es diferente. Mientras en algunas el procesamiento se mantiene constante, en otras falta pescado. Esto hace que se cobre la mísera garantía horaria que ha quedado congelada hace varios años en 1.250 pesos. Sobre esto tampoco abren la boca ni los Salas-Verón ni Ledesma.

Para la Bordó, la lucha por la nueva dirección en el Soip se muestra en avance. Esto no es poco en un gremio en el que, luego de las elecciones del Soip de 2006, las patronales llevaron adelante una feroz política de despidos de activistas y candidatos.

Es un momento favorable para la organización y la lucha. Se ha fortalecido el cuerpo de delegados con la presencia de las fábricas blanqueadas con el convenio Pyme. De allí salió el paro y la concentración triunfantes.

Las patronales de la pesca acaban de ser favorecidas con la condonación de las deudas de la tasa de inspección sanitaria, por 40 millones de pesos, a cambio de realizar el asfalto de las calles del puerto (9 millones).

Está planteado más que nunca: que paguen las deudas con los trabajadores, reapertura de paritarias, paritarios elegidos y mandatados por asamblea. Aumento salarial automático al costo de vida. Todos los trabajadores en Convenio 161/75. Actualización de la garantía horaria al valor del filet. Jubilación por insalubridad a los 25 años de trabajo y 50 de edad. 82% móvil. Por el control obrero de la producción y de la captura.

Por asamblea general. Por la recuperación del Soip en manos de los luchadores.

Nora Biaggio



CGT y CTA integradas al kirchnerismo contra los trabajadores

Moyano, Yasky, las paritarias y las jubilaciones

Moyano cerró filas con Kirchner y Boudou en la posición de que no hay fondos para pagar el 82% móvil. Se trata de la entrega de una reivindicación obrera por excelencia. ¿Pero qué están haciendo los sindicatos para contribuir a que la Anses recaude lo que corresponde?

El convenio de Comercio, cuya tinta está fresca, supera la increíble barrera del 50% del salario en negro, que no contribuyen para las jubilaciones. A partir de julio vendrán cuotas homeopáticas de incorporación al básico. No ocurre lo mismo con la Obra Social, que percibe el aporte de todos los rubros; es más, por la firma del convenio fueron a sus arcas 50 pesos por titular, lo que multiplicado por el millón cien mil empleados de comercio son 55 palos. Para la Anses, nada.

Con el convenio camionero ocurre lo mismo. Habrá un 9% de aumento a los básicos, pero ese básico apenas supera los dos mil pesos; los viáticos, la comida, el pago por kilómetro y por día trabajado son de carácter no remunerativo, asestando otro golpe de la misma envergadura que comercio a la Anses.

A los 800 mil docentes no les va mejor. Con los “conformados” de Yasky para el “mínimo garantizado”, lo que está realmente garantizado es que ningún maestro supera los mil pesos de básico. Los docentes jujeños estuvieron más de un mes de huelga general, sólo para reivindicar la incorporación de los negros al básico, porque su jubilación está destruida. En UTA, como en ferroviarios, el último 20% es de ese tipo; los ‘negros’ anteriores que van al básico son por montos inadecuados al nivel actual de la inflación.

No nos equivocamos si estimamos que el 25 ó 30% del salario de los trabajadores en blanco, no reporta a la Anses. Lo cual es una cifra anual de unos 16 mil millones de pesos. Desde luego, si se incorporaran los aportes de los trabajadores en negro, el 36% según el Indec, a un promedio salarial de 2.000 pesos, ingresarían unos 34 mil millones más. O sea, 50 mil millones de pesos, lo que alcanza para establecer el 82% móvil sobre el último salario cobrado.

El socialista Giustiniani, autor de proyecto de 82% móvil sobre el mínimo, dijo que “tenemos una Anses rica y jubilados pobres”. Hubiera debido decir que tenemos una Anses pobre, que no recauda lo que corresponde, y que usa lo que tiene para subsidiar el pago de la deuda externa y enriquecer a los ricos.

Los políticos patronales, como la burocracia sindical, atacan el concepto de que la jubilación es un salario diferido neto, o sea después de pagar impuestos y aportes (82%). Siguiendo esta ruta, la jubilación no es considerada un derecho adquirido por una vida de trabajo, sino una prestación asistencial del Estado, cargado al presupuesto público. Para Cobos, “hay recursos para pagar como los abultados subsidios al transporte”, es decir promueve un tarifazo con la excusa de las jubilaciones que perfectamente pueden financiarse con los fondos genuinos de los aportes por salarios. En tanto, los fondos de la Anses son usados para los fideicomisos y para los bonos de deuda pública. El financiamiento de la asignación a la niñez históricamente también provino del aporte para el salario familiar, hoy una cuenta superavitaria de la Anses.Que se incorporen al básico de todos los importes en negro firmados en paritarias, sea por parte de las patronales como por parte del Estado-patrón.

Néstor Pitrola

GANEMOS LA BATALLA DE LAS JUBILACIONES

“Es demencial, una irresponsabilidad”, una locura”, repiten a coro los Kirchner, Boudou y Aníbal Fernández.

¿Se refieren a los medicamentos truchos? ¿A la inflación? No.

Están furiosos porque se debate una ley para elevar la jubilación mínima al 82% del salario mínimo y actualizar los haberes congelados primero por Cavallo y luego por los K.

“No hay de dónde sacar la plata”, miente Boudou, mientras saquea sin vergüenza las reservas internacionales del Banco Central y los dineros de la Anses para pagar a los usureros internacionales.

“No hay de dónde sacar la plata”, repiten los tránsfugas, que nunca se preguntan de donde sacará la plata un obrero para pagar los aumentos de precios; o un contribuyente, para pagar mayores impuestos y tarifas; o el propio país, para pagar la deuda externa o los negociados de la patria paralela de los K y los De Vido.

Más grave es, sin embargo, lo que ocurre con Moyano y con Yasky.

Moyano, para sacar a los K del ‘apuro’, está planteando que se vote el 82%, a condición de que se lo vaya pagando en cuotas: primero el 60%, luego el 65, a paso cansino, como está acostumbrado a hacerlo él mismo en las paritarias.

Yasky eligió otro argumento: la Anses no tiene plata, que paguen los patrones, a sabiendas de que la mayoría del Congreso no lo votaría porque representa, precisamente, a esos patrones.

Yasky disfraza su oposición al 82% con el cinismo; en Ctera acaba de firmar un acuerdo que aumenta las jubilaciones docentes en un ¡0,98%!

Los macaneos de Moyano y Yasky nos dan una pauta de lo que ya se está negociando en el Congreso para desvirtuar los proyectos que se han presentado, ¡y que ya están desvirtuados, porque no establecen el 82% móvil sobre el último salario cobrado, sino solamente sobre el mínimo!

Sin embargo, podemos ganar, porque tenemos el apoyo de todo el pueblo.

Para eso tenemos que movilizarnos, ganar la calle, realizar debates, firmar petitorios y preparar una gran concentración para cuando se discutan los proyectos.

Necesitamos movilizar a los sindicatos: el dinero que los K están dilapidando es el que aportan los trabajadores activos, que llegado el momento también tendrán que jubilarse.

En este terreno hay que dar una gran batalla en las elecciones inminentes en Ctera y en la CTA, para denunciar y derrotar a Yasky, un agente de los K, que ya ha declarado su propósito de estatizar por completo a la CTA.

Para eso tenemos que organizar listas clasistas, o sea que denuncien y combatan la integración de los sindicatos al Estado, planteen su independencia de clase y rechacen cualquier ‘paz social’ con los patrones y su Estado.

Aprovechemos la indignación popular que desata la inflación, el crecimiento de la desigualdad social, la complicidad de las fuerzas de represión con el delito organizado, la corrupción, las embajadas paralelas, los negociados con las mineras contaminantes y con el conjunto de los capitalistas; aprovechemos esta indignación para ganar la batalla de las jubilaciones.

La consigna es: recurramos a todos los medios de movilización y de lucha para ganar la batalla de las jubilaciones.


viernes, 11 de junio de 2010

Mar del Plata

Por una lista antiburocrática en el Soip

El acuerdo firmado entre el Soip y la Caipa de la patronal, 20% en abril y 5% de adicional en septiembre, ya está comido por la inflación y superado por el movimiento obrero.

La fuerza de los trabajadores del pescado, particularmente de la rama fresco, que a través del cuerpo de delegados y de las propias bases del gremio lograron imponer un paro exitoso y dos grandes movilizaciones, fue dilapidada por este acuerdo.

En la negociación, la burocracia de los Verón-Salas-Ledesma se vio desbordada.

Cundió entre ellos el temor a la beligerancia de los trabajadores y también la necesidad de posar como combativos ante la inminencia de las elecciones del gremio, en principio para julio.

Debieron plantarse en el 20% entero, cuando la patronal proponía el escalonamiento: 10% abril, 5% junio y 5% agosto, como ya se había impuesto sin lucha en la conserva.

Sin embargo, se las ingeniaron para conformar a las patronales, con el adicional llevado a septiembre, con la pretensión de garantizar la paz social estirándola hasta fin de año.

El Soip está dividido en dos alas que cerraron filas para firmar a la baja.

Los Salas-Verón (Moyano) y los de Cristina Ledesma, alineada con otro sector del kirchnerismo, tienen que hacer todo tipo de maniobras para evitar lo que temen como a la peste: un conflicto general que unifique a los trabajadores que siguen teniendo infinidad de reivindicaciones pendientes y salen a conflictos planta por planta.

De lo que se cuidan ambas fracciones es de unificar los reclamos: blanqueo, lucha contra los despidos y de convocar a asamblea general del gremio para discutir la reapertura de las paritarias, como se pedía en el paro, hacia mitad de año (agosto).

Hay dos oportunidades

La transformación del puerto de Mar del Plata en el principal puerto de descarga al que llegan siete de cada diez pescados produce un vuelco en la concentración de la industria.

Las empresas que cerraron en la Patagonia mantienen su funcionamiento en Mar del Plata.

Esto, sumado a las ganas de luchar por parte de los trabajadores, acuciados por un salario atado a la productividad y comido por la inflación, con un garantizado de 1.250 pesos, crean la oportunidad de abrir un debate en las fábricas para reclamar la reapertura de paritarias. Incluso hay que aprovechar que se ha ampliado el cuerpo de delegados al pasar muchas de la coopetruchas a ser pymes.

Se plantea llevar lo conquistado por la alimentación, es decir el 35%, a la discusión en el gremio, junto con el ajuste automático por inflación y la elección y mandato de paritarios en asamblea.

La otra oportunidad es la elección en el Soip.

Que la burocracia se presente dividida (no hay que descartar que las termine uniendo el espanto), más el surgimiento de delegados y obreros dispuestos a luchar, permite plantear la formación de una lista unificada en la perspectiva de recuperar el Soip para los trabajadores.

Es necesario sacar todas las conclusiones de las elecciones de 2006. La clasista Lista Bordó-Marrón, seguidora de la tradición del Soip del Argentinazo, "perdió" por doce votos en medio de un fraude escandaloso. Esto pudo ser por la presentación de una lista de un sector piquetero marplatense que dividió el voto antiburocrático. Al mismo tiempo, la CTA ha montado un sello paralelo sin inserción en las filas del Soip, confinado a luchar por subsidios a los desocupados de la actividad.

En 2010, todos los luchadores tienen que estar en una lista única, de oposición, combativa, independiente de las patronales y del gobierno.

Nora Biaggio