La ruina de un régimen de nacionalismo burgués plantea un desafío enorme, porque agota objetivamente un obstáculo a la revolución socialista.
Pero todo depende de la claridad y disposición de las fuerzas en lucha.

jueves, 3 de diciembre de 2009

COMUNICADO DE PRENSA


EN LA PESCA, LOS KIRCHNER SON LA MESA DE ENLACE

Los “nacionales y populares” lo hicieron.

Menem lo elucubró y lo escribió en una ley, pero fue necesario un gobierno de la demagogia antineoliberal, con sus propios borocotos y banelcos para concretarlo.

Los monopolios de la pesca están viendo alumbrar una ley hecha a su medida.

La cuotificación anunciada es, ni más ni menos, que un alambrado del mar y su riqueza. Este alambrado es un calco del que levantó nuestra oligarquía agraria en los mejores campos del mundo.

Las cuotas por 15 años, transferibles, son una calle de una sola mano: la que va directo al gran capital (y los bolsillos) de Valastro, Moscuzza, Solimeno y un puñado de otros socios menores.

Estas grandes empresas, con la nueva norma, desplazan al funcionario de turno a la hora de la negociación anual de los cupos.

Tengamos presente que en los últimos 15 años hubo 2 bancarrotas internacionales y 3 grandes crisis socio-naturales, con sus correspondientes levantamientos obreros y populares. Ahora, los flamantes (legalmente) dueños de este gran recurso natural, podrán manipular mejor, a su favor, este tipo de acontecimientos.

Con las cuotas por 15 años estos grandes capitales se aseguran una ventaja estratégica contra los competidores menores: podrán atesorar como capital el recurso cautivo, tal cual lo hacen las petroleras con las reservas que, ¡oh casualidad!, le prorroga cada vez por mayor plazo este mismo gobierno. Basta ver los pronósticos sobre las reservas de petróleo y gas, para imaginar el destino de la merluza Hubsi.

Con este nuevo capital en sus libros contables, los grandes capitalistas del pescado incrementaran el valor de sus acciones y podrán acceder más fácilmente al financiamiento local e internacional.

Se acabaron las profusas amenazas vertidas por los patrones del puerto y sus políticos, contra los obreros del pescado de que sus reclamos ahuyentaban a las empresas y a las inversiones: hoy Mar del Plata y gracias a esa lucha, se consolida como el principal puerto pesquero y merlucero del país.

Sin embargo, el Gobierno que prometió poner traje a rayas a los evasores, acaba de coronar como amo y señor de la riqueza pesquera a los reyes del fraude laboral, a los mayores negreros del país. Si es por los “K”, el traje a rayas seguirá en el cuerpo de los obreros del pescado, presos del viejo fraude de las “coopetruchas” y del nuevo fraude, encarnado en las “pymes”, armadas para la ocasión por los monopolios, para flexibilizar las condiciones salariales y laborales.

Con la actual cuotificación a su medida, se derrumba del todo, la mentira de los monopolios negreros de “falta de previsibilidad” y de “seguridad jurídica”.

Por eso denunciamos a los arrastrados burócratas del Soip y de otros gremios, que se dedican a festejar las conquistas de los explotadores en lugar de organizar una mínima lucha para mejorar la situación de los trabajadores.

Hoy más que nunca las conquistas laborales de los obreros van de la mano de la preservación del recurso natural. Es decir, el interés del obrero del pescado hoy más que nunca está del lado del interés general.

El Partido Obrero señala que hay una nueva oportunidad para emprender una lucha sin cuartel por:

*Prohibición de los despidos y suspensiones. Seguro al desocupado al 80% del salario de actividad.

*Declaración de la insalubridad, jubilación a los 53 años, con el 82% móvil.

*Reconocimiento de la antigüedad trabajada en negro.

*Garantía Horaria actualizada al costo de la canasta familiar ($4.000) para todos.

*Efectividad y blanqueo para todos los obreros de la industria del pescado.

*Vigencia irrestricta del Convenio Colectivo 161/75 sin anexos que lo desvirtúan.

*Inmediata apertura de paritarias con paritarios electos y revocables en asambleas.

*Anulación de la articulación en los convenios de la actividad (ley Banelco), que permiten los acuerdos de empresa y tipo “pymes” con la eliminación de la garantía horaria, las 8 horas diarias, la prohibición de cortar pescado chico, etc..

*Pongamos en estado de asamblea todos los gremios, por el control obrero sobre todo el proceso industrial.

Partido Obrero de Mar del Plata.

Alejandro Martínez, cel 155-420728

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